20/12/10

Me llamo Maria del Carmen pero todo el mundo me llama Mari. Tengo 56 años y hace 22 que trabajo en el hospital entregando y recogiendo las batas y peucos de los pacientes que entran a quirófano. Parece muy sencillo mi trabajo pero nadie sabe lo que resulta realmente, porque tengo contacto directo con los pacientes y son ellos mismos a quienes rozo la mano a primera hora y, luego, un par o tres horas más tarde, otra vez. Hace unos días le di una de las batas y peucos más pequeños a una chica de unos 15 años, sabía de ella que la operaban de algo arriesgado pero no grave al completo. Yo, ese día doblaba turno y me quedé esperando a que volviese, pero no volvió.