Hola cariño,
¿Cómo estás? Hacía tiempo que no te escribía… anhelaba hacerlo.
Como se nota que ya es verano, ¿verdad? Qué días más preciosos…
Bueno, quisiera hablarte claro y dejar de enrollarme –como tú siempre me dices-. Te escribo esto, amor, porqué quiero hacerte saber, una vez más, lo mucho y bien que te quiero, aunque en ocasiones no lo creas. Sabes, a veces me gustaría empezar de cero, me gustaría tener la oportunidad de volver ha hacerlo porqué parece que no he sabido hacerlo hasta ahora; y, me duele el alma cuando me haces sentir apartada e inútil. Soy persona, cariño, deja que me equivoque y rectifique, espérame cuando me caiga, ya sabes que pronto me levanto, me espolso y continuo; me duele cuando te pones a andar sin saber a donde vas simplemente con el fin de que no esté a tu lado. Déjame ser. No me has dejado ser hasta ahora… y, resulta muy duro que a una persona no le dejen ser, mucho.
También quisiera decirte que creo en ti, cariño, en cada momento, en cualquier paso que das, en cualquier sueño que pretendes cumplir. Y, que estoy aquí para animarte, para hacerte saber que confío en ti; y que aunque a veces pueda parecer que no quiera que andes por tu cuenta, no es así; es que tengo miedo, mucho miedo… Sabes, es que a veces, el que no seas una chica normal me duele porque yo quiero que vengas y me cuentes cualquier tontería, que para mí no lo es; que vengas y, sin más, te sientes a mi lado ha hablarme de lo que sea: del tiempo, de los vecinos, del verano… da igual, yo lo que quisiera es sentirte, porque pocas, muy pocas veces he tenido el privilegio de sentirte.
Un beso enorme cariño
Te quiere,
La mama.